Sofocación
Parte
de la pose de estar en la onda del anti-imperialismo, de pronunciarse a favor
de los derechos humanos, de estar a favor de los movimientos independentistas,
es, entre otras cosas, indignarse por los acontecimientos relevantes que suceden
a cientos de kilómetros lejos de uno y pasar desapercibido de la realidad
inmediata en que se vive. El punto es simple: si se protesta en casa, en donde
la crudeza y la asfixia están a la orden del día, se podría poner en peligro la
vida.
Pero eso ya forma parte de lo que misteriosamente
conocemos como “pose”. En el dos mil dos, tras haber estallado dos pipas de
gasolina a las afueras de Coatepec, mi ciudad, hubo una fuerte movilización de
ciudadanos. El movimiento se llamó “SOS”.
Mientras nuestros valerosos ciudadanos se exponían
a las amenazas dirigidas contra ellos por vía telefónica, las movilizaciones
contra la guerra en Irak en la capital jarocha estaban en su mero apogeo. Los humanistas,
pro-independentistas y demás, circulaban las calles con panfletos gigantes,
manifestando su repudio total por las acciones militares en dicho país. La guerra
no es chiste, ya lo sabemos. Pero a estas alturas, mientras el pueblo coatepecano
era reprimido con amenazas, la juventud enardecida jugaba a salvar al mundo sin
percatarse de los problemas inmediatos que asolaban y asolan a nuestro país.
Aunque la anécdota es corta, más o menos
refleja el entorno. Sin embargo, hay espacios en donde la manifestación forma
parte de la mentalidad de consciencia. En estos tiempos en México ser reportero
es sinónimo inseguridad. Pero como está de moda, mejor quejémonos en facebook.
Parte de esa pose, creo que también se
manifiesta con la cultura de la denuncia light vía facebook. Este medio ha logrado
captar toda la atención de muchos salvadores del mundo, que se distancian de su
realidad inmediata para adentrarse en las redes de pandora, en búsqueda de lo
ignoto. Ya lo peor que puede ocurrir es que se lo tomen muy enserio. Que haya
gente que esté realmente consciente que hace un cambio compartiendo las fotos
irónicas criticando al gobierno o haciendo un mustio comentario, como el mío,
nomás para que vean que tenemos el interés y la capacidad de expresar nuestra
inconformidad de manera pública.
En estos días de incertidumbre, de alzamientos,
de sofocación, me solidarizo mediante unas cuantas palabras con todos aquellos
que hacen posible ese grito, ese asomo de las profundidades de las cloacas
sociales.