poemas sacrílegos

¡ríe, monja! ¡ríe!
sacrílega, libertina

suda el semen

de la gloriosa venida

de tu dulce redentor

afuera duele

el plasma de retina:

incienso cromado

pero enjuágate las manos

y sécate los mocos

y ¡ríe, mustia monja! ¡ríe!

que el mesías ha llegado.

cosas de árboles

para aliviarse de los días de invierno

a los árboles también les gusta reprochar

el paso efímero de lo que suele recordar la historia

en la noche seca del preludio a la primavera

en una breve pausa uno reflexiona:

"sólo somos esclavos de los otros seres vivos

condicionados a su excesivo

consumo de oxígeno"

sorprendido, 

el otro árbol

sólo respirará 

profundo

y la noche volverá a ser

seca 

un preludio a la primavera

y nada más

me quedé tan solo

me quedé tan solo

porque solo

convivo mejor

con mis muertos

los arrullo, los desvelo

y me desvelan

contándome historias

que el tiempo derrocha

pero ellos las transforman

y aunque no me lo crean

llegará el día

en que los muertos

deban enterrar
a sus propios muertos

Seepark

esas sombras

que pasan por ahí

dejando rastro de sí mismas

son sólo un indicio

de que algo en medio

de esta noche prolongada
es y existe