22/10/12

Dosis de lo mismo para llevar

Dosis de lo mismo para llevar


Una mañana cualquiera, pero de lluvia, me di a la tarea de comprar una caja para enviar por paquetería unos instrumentos de son jarocho. La tarea fue difícil pero amena, gracias a que con un amigo elaborábamos una metáfora perfecta de la democracia mexicana, aunque en realidad la ilustró una situación igual de burda, como las situaciones que se prestan para poder obtener el resultado perfecto de una democracia fallida.
         Mi total desconocimiento de la ciudad me obligó a pedirle ayuda a mi voluntarioso amigo que me acompañó a todas partes a pesar del hambre que nos doblegaba a ratos. Una vez que tuve la caja en manos le pregunté: ¿qué prefieres: ir a buscar comida y luego vamos a tu casa a envolver los instrumentos ó vamos a envolver los instrumentos, los enviamos y después buscamos algo de comer? Su mirada generosa me daba una respuesta contundente, pero sus expresiones la reprimieron cuando articuló sin tantos miramientos su intempestiva pregunta: ¿tú qué propones? Y sin pensarlo dos veces le contesté: que vayamos a tu casa, envolvamos los instrumentos, vayamos al correo postal, los enviemos y terminemos de una vez con esto para comer tranquilamente. Sin mostrar asombro alguno me dijo: si quieres enviar los instrumentos ahora y después comer, ¿por qué pides mi opinión?, a lo que contesté a manera de disculpa y en un tono dubitativo: porque ¿así funciona la democracia?
         Esta respuesta fue muy a la mexicana, y la reacción de mi amigo fue a la altura de un delicado y soberano humorista: ¡ah! La democracia mexicana. Y justamente su acusación me asestó un golpe bajo, pero contundente y preciso. No nos debe sorprender que así funcionen las cosas en el país, hacernos creer que en realidad nuestra opinión cuenta es parte del cinismo de esta institución. La ilusión de sentirnos parte de un país construido con sangre derramada, me hace pensar en lo lejos que estamos de entender los procesos democráticos puesto que para la democracia debemos estar ilustrados, no sólo sentir que la aplicamos en un contexto ridículo, sino tener la información necesaria y estar conscientes de que para que se viva una democracia debe uno ser responsable y sobre todo, aceptar esta responsabilidad, según mi opinión, habrá quien tenga otros lúcidos comentarios a esta burda situación.

Una vez le comentaba a un amigo que deberíamos apoderarnos de los medios sin profundizar mucho en política, pues la política es el terreno en donde nos están dominando, pues piense o externe uno sus puntos de vista, la política funciona igual de ambigua como el pensamiento de los políticos mexicanos, y por ende pisamos terrenos tenebrosos y desconocidos. Entonces le decía que deberíamos hacer como siempre se ha hecho con la cultura, abordar la situación con un movimiento contra-cultural. Un ejemplo claro es el son jarocho, el blues, el jazz, etc., que son movimientos contra-culturales que surgieron en un momento de la historia y hasta hoy en día siguen vigentes. En su momento era una protesta, era la consigna contestataria de los grupos disidentes y generalmente olvidados o marginados en el tiempo en que les tocó vivir, pero creo que jamás imaginaron que su movimiento cultural habría de atravesar fronteras y habría de sobrevivir los peores momentos.
         El problema inmediato es que el sistema siempre succiona estos movimientos, los absorbe y después nos los vende en sus changarros siniestros. Pero las proclamas persisten a pesar de los tiempos, y estos mismos sucesos importantes deben ser los que nos inspiren a crear nuevas tendencias contra-culturales que se adapten más a las necesidades del pueblo que a las necesidades intelectuales de los burocráticos, o la cultura que nos implanta el sistema.

La mañana avanza y después de dejar los instrumentos en el correo postal, me digo que siempre hay tiempo para vivir el momento, y que pase lo que pase, siempre estamos en el camino. Habrá momentos difíciles, pero para ello deben persistir los momentos que nos llenan de vida y nos inspiran. Hay tanto por hacer en el país. Sin embargo, esta sonrisa desdeñosa que celebra otro día más, no será la misma cuando me halle lejos y desde donde esté alcance a escuchar los gritos desesperados de mi país, mucho menos cuando yo mismo me pienso educado en esta cultura. El resultado: soy parte de lo mismo pero en distinto contexto. Mi menesteroso amigo es culpable de mi auto-crítica, le invito la comida e intento reparar los daños que pudieron causar mella en su nerviosa personalidad. Le digo que de hoy en adelante intentaré resolver mis problemas psicológicos, y a ver si logro algo para ser más democrático con mis amigos. 
Galway, Ireland.

16/10/12

A ti mis emociones carnívoras

                                   I

A ti mis emociones carnívoras
mis devociones y mitos

soy el gato voraz de tus
volcanes adheridos
a ópalos veraniegos
cervantina
bouquet de espejos

invento un candelabro de susurros
en medio del oscuro apareamiento
de luciérnagas o cosas mudas
enjambre de olas

si abrieran su tenebrosa boca
te perderías en sus oleajes,
filamentos y enredaderas

afortunadamente
tus párpados reposan
como un anagrama
sobre los míos

deja que tu sonrisa perdure entre pliegos de viento
que perdure el sueño que tus ojos bordan
paisajes aglomerados de paisajes boscosos

tu nombre entre la hojarasca          intento llamarte
te deshojo pliego a pliego
y en medio caracoles y espirales lamidos por ángeles
palpo tus labios            abiertos a la tierra

anota la hora de la brisa
sobre tus pestañas

la demoledora lluvia
toca tus hombros
ya te veo sonreír

apenas dibujo la caricia ya plasmada
en los horizontes que deja tu rastro
y te reconozco

la gacela de tus pestañas nos lleva ventaja
a la orilla de los muelles del tiempo


                        II
te entrego este sediento cuerpo
te entrego esta alma impregnada de tus olores
déjame estacionar mis miradas en el jardín de tus ojos
y fermentar los pliegos de tu piel
con aromas volcánicos, perdurables
abanicos desplegables
para emprender el amor
sosegado con caricias,
                        agazapado en tus manos. 

Movimiento musical en San Cristóbal de las Casas

Grupos

La tarde se prestó para hacer el recuento de recuerdos, charlas, tertulias y fiestas que tienen un lugar en el pasado de mi mente.
         Mientras escucho el disco del antiguo Fraktal, viene a mi memoria un itinerario de conciertos a los que acudí para ver a esta banda en los bares de San Cristóbal de las Casas. Los recuerdos están añejos, sobre todo porque de alguna manera me tocó ver el crecimiento y evolución de este proyecto.
         Hace un par de años los músicos de San Cristóbal se unieron con la intención de hacer un concierto cada determinado tiempo, en el que participaríamos los grupos radicados en el pueblo. En la segunda versión de este encuentro me involucré para organizar el evento y aproveché esta oportunidad para platicar con Kiri, de Avatara.
         De estas pláticas nació la idea de hacer una serie de entrevistas a los músicos en San Cristóbal. Kiri emigró fuera del país y la idea se rezagó. Pero el año pasado vino de visita y aproveché para concretar la idea.
         Ojalá esta entrevista sirva de prólogo a este proyecto.

Marco Antonio Hernández: ¿A qué edad te interesó la música y que factores externos influyeron para que te decidieras a aprender a tocar un instrumento?
Kiri Escalante: pues desde niño la música siempre me llamó la atención, la música siempre me ha gustado. Pero me volví músico hace once años, y primero empezó porque me gustaba ¿no?, y poco a poco, después de tocar mucho, me di cuenta que sí me gustaba. El primer instrumento que toqué fue la guitarra, ya después empecé a cantar, yo creo que, más que la guitarra, ahora lo que más uso es la voz...

M A H: eso es lo curioso, porque me he dado cuenta que tienes un instrumento en la voz, son los sonidos que desglosas, guturales ¿qué hay de eso?

K E: Pues ¿eso? Quien sabe por qué se dio… tal vez por las locuras, o por los cantos de tuba, eso se dio por escuchar a un señor, al oírlo me volví loco, y me dije: quiero intentar hacerlo, si él puede hacerlo, yo puedo, me gusta y me interesa. Los demás sonidos se fueron dando, tanto por el ocio de estar practicando cualquier cosa, como oír cualquier cosa, u repetir cualquier cosa.


M. A. H: entonces ¿tu método de aprendizaje  es imitar los sonidos que te llegan al instante, los sonidos que tienes a tu entorno?
K. E: sí, de hecho sí. Cuando compongo es porque digo que hay cosas, ideas, pensamientos que flotan en todo el espacio, en el mundo, entonces yo solo agarro un pedacito de aquí, un pedacito de allá, o un pedacito de acá, o sea, la música que hago es música fusión y la música es fusión ¿no? Yo fusiono todo, toda la música me gusta, no puedo decidirme por un solo estilo ¿no?, toda la música me gusta. También considero a toda la música del mundo parte de la música, parte del sonido. Depende también de cómo vayan armonizándose, cómo se vayan mezclando unos con los otros

M. A. H: ¿cómo definirías ese estilo de música tomando en cuenta los elementos a tu alcance durante el proceso musical dentro y fuera de san Cristóbal de las Casas?

K. E: le llamo fusión-psicodélica-rupestre a lo que hago. Es psicodélica porque de repente debraya el cerebro, y rupestre porque no uso efectos ni pedales en la guitarra ni en la voz, todos los efecto que utilizo son los mismo de la guitarra o mi voz, o a veces uso botellas, cualquier cosa, por eso es rupestre, porque uso las cosas más naturales.

Antoine: Y ¿cuál fue tu evolución en este rollo musical?

K. E: se fue dando al escuchar mucha música, estando abierto a escuchar otra música. Por ejemplo, primero a mí me gustaron mucho los Beatles, desde niño me gustan mucho y me gusta mucho el rock de los 60's. Muchos grupos como Erik Bordoni o cosas así. Me gusta la psicodelia del rock. En el barrio donde yo vivía en el DF, mi mamá como la gente de ahí escucha música, y cuando vives en una vecindad oyes de todo, el vecino escucha cumbia, el otro mariachi, pop, otro rock n' roll, eso mismo me llevó a experimentar más cosas y a querer más cosas de la propia música, y pues me gusta la música clásica, la ópera, me gusta la música gitana, el jazz, la música hindú, la cumbia, la guaracha, la banda, el son jarocho; casi toda la música me gusta.

M. A. H: En idiomas como el francés, o el inglés hay verbos para designar la acción de ejecutar el instrumento.


K. E: De los que acabas de decir yo creo que es jugar, es muy divertido y la música es divertida, para mí.

Laurel: es que la palabra tocar también puede llegar a un punto interesante

K. E: sí porque puedes llegar a tocar el espíritu de las personas.

M. A. H: ¿cómo fue que aprendiste a tocar un instrumento y

K. E: ¿cómo escogí un instrumento? El primero que escogí fue una guitarra y desde que estaba muy chavo escribía mucha poesía, y de repente me di cuenta de que varios de mis poemas podrían ser música. Entonces a mí ya me gustaba la música pero no tenía guitarra hasta que me regalaron una, y así fue como empecé a aprender, conocí a un amigo, el guicho, y fue el primero que me dijo, eso que tocas es un mi mayor, y eso es un re mayor. Él es más joven que yo, pero yo apenas aprendía. En ese momento lo primero que hice fue interpretar una canción de los Beatles. Siempre me voy a acordar de esa canción. Desde ahí me la pasé practicando y practicando con la guitarra, aunque no soy buen guitarrista, me he clavado más con la voz, ese es el instrumento. Aunque empecé primero con la guitarra, mi instrumento principal es la voz. Es lo que puedo manejar más a mi antojo

M. A. H: Durante su estancia en san Cristóbal hubo un proceso, recuerdo que cuando llegué a aquí hace cinco años, los vi tocar en la casa del pan y había en tu grupo músicos muy buenos como Romeo. Se llamaban fraktal, ahora se llaman Avatara,  (kiri: y en Estado Unidos nos llamamos astral folk) ¿por qué?  ¿Qué determinó esta evolución?

K. E: El grupo en realidad es una idea de transformación en la música, las personas que van tocando con nosotros son gente que les interesa tocar y que al mismo tiempo enriquecen la misma música que hago. Sí, enriquecen mi música, la que yo compongo. Pero en la banda, cuando estamos juntos, todos aportamos algo hacia eso. A veces llega con una idea, otras, los otros involucran su onda u otro le mete otra cosa,  por ejemplo como dices, cuando tú nos conociste tocaba Romeo con nosotros ¿no? Y él le metía mucho la onda del jazz, el buen bajo porque es buen bajista y eso también enriqueció las bases de nosotros para hacer crecer más la música.
 El nombre Fraktal surgió hace muchos años allá en el DF, precisamente con la idea de ser un grupo sin fronteras musicales, sin barreras, y para expresarnos como quisiéramos ¿no? Si alguien decía: a mí se me antojó hoy tocar un blues, lo tocábamos. Si otro decía a mí se me antoja tocar hindú, tocábamos hindú. Y todos nos íbamos mezclando e íbamos aprendiendo de los otros, y el nombre también cambió porque ya era tiempo ¿no? Llevábamos desde el 2001 con ese nombre hasta el 2009, ya eran ocho años y había cambiado también la atmósfera en el grupo. Queríamos buscar otras cosas más allá de la música, llevar la música a ser escuchada, más a tocarla en la casa, y eso es diferente, entonces nosotros nos pusimos Avatara como un renacimiento. Un renacimiento del mismo Fraktal, por eso el primer disco con el nuevo nombre se llamó transformación.

Antoine: ¿con la misma formación de instrumentos?

K. E: Básicamente sí, con los que ya llevábamos unos años aquí en san Cristóbal, la misma alineación de músicos, que la base en realidad éramos cuatro músicos, y a veces había más músicos que se iban mezclando y entrando a la banda

M. A. H: De hecho cuando te veía tocar en el madre tierra a veces sólo tocaban tres elementos, tu música se prestaba para no requerir de más elementos porque siempre se veía y escuchaba completo el proyecto, tenían todo lo que una banda necesita para llenar: la voz, la guitarra.
Pero dime ¿A qué se debe esta ligadura a los sonidos guturales que se implementan en la meditación u ejercicios tántricos? ¿a qué se debe esta ligadura con la india y estos sonidos?

K. E: pues se debe a que he escuchado música de ese tipo y que me gusta; también se debe a que a mí sí me gusta toda esa onda de la meditación. Yo creo, sobre todo, que los seres humanos podemos llegar a otro nivel de conciencia del que estamos ahorita, eso no significa que dejemos de hacer cosas de las que hacemos como seres humanos, pues de entrada primero tenemos que vivir como seres humanos y entendernos completamente para llegar al otro lado, si queremos desapegarnos para llegar al otro lado, sencillamente no llegamos, según yo. Entonces hay esa ligadura. Yo sí creo en la espiritualidad, creo en la iluminación y creo en los maestros de tiempos pasados; creo que ahora cada quien es maestro de cada quién, todos somos maestros observándonos unos con otros, más que alguien te vaya diciendo, es así o por acá o por acá,

M. A. H: Entonces ¿en tus letras, cuando cantas, va implícita esta idea o tratas de plasmarla?

K. E: Sí, va implícita, y cada vez que toco y hago mis sonidos guturales, trato de meterme hasta donde me lleve mi propio cerebro, mi propio cuerpo, completo, ahí voy.

Antoine: Y ¿llamas a eso otro idioma para ti?

K. E: Es... es que también creo en la telepatía, en que los seres humanos a veces podemos comunicarnos sin las palabras, y eso al llegar a una telepatía completa no necesitamos el idioma ¿no? Entonces el idioma es importante a veces para muchas cosas. Y es bonito, sobre todo unos más que otros, pero eso es otra historia. Y entonces, lo que compongo no es ningún idioma sino sonidos que voy creando, palabras que me surgen en el momento, a veces compongo canciones y repito las mismas frases, la misma palabra. Llega el momento en que a veces se me olvidan y le cambio una letra o dos o tres, pero el mismo sentido lo voy creando, y también ese tipo, a veces cuando improvisamos y hago esas voces, todos son como mantras. Muchas veces intento también ideas de mantras o lo primero que se me va ocurriendo, lo saco de esa manera.
(Continuará...)

Fragmento del poema: Epitafio a un alma solitaria




Epitafio a un alma solitaria 
(Fragmento)
                                                    a la memoria de mi padre
don Jesús Hernández Velasco
            I
Contemplo las vigilias del mar.
Las edificaciones que se hicieron
en el vuelo de los pájaros. 
La crueldad nos descompuso,
¿Cómo lo hizo?
No lo sé.
Las ciudades ríen a carcajadas
mientras miro el cuadro de un gato.
No encuentro el sentido.

Puente, si te das cuenta las almas
están intranquilas,
ya no hablan de su pasado
¿tienen cubre bocas?

15/10/12

Fragmento



Fragmento de otro poema del libro: Dormido en mi sensación. 
 
 
                 VII
Esquinas de cada lado
bicicleta recargada en el poste
semáforo radioactivo inclemente
sismo onomatopeya circular
origen secular del niño diluido
cuerpo tendido bajo las llantas
aroma del solsticio aparente
esquinas de cada lado
esquinas de cada lado
por momentos veo tu sonrisa
y en realidad no sé en dónde estás
por momentos te contemplo
cuando corres
y me asombro
me asombra tu capacidad
libertad libre de ti
pareces perseguida por un espejismo
quiere revolcarte, poseerte,
como si no supiera que en ti no existe
el arraigo a espacios superficiales
mas parece que las olas te llevan de paseo
me preguntan los ciegos
si realmente pasa esto:
—no lo sé. 
Los gatos no sueñan
sólo se divierten 
y entonces te pregunto si hay otro sueño
que ronde tras de ti
y sólo respondes:
—no lo sé, realmente no lo sé.