nacimos
de lo inmediato del instante
nacimos de lo inmediato del instante
nos
confederamos en prolongados gritos sofocados
abarcamos
la faz de lo constante en tiras de papel
recortados,
urdidos de sueños y otros demonios
no
menos en importancia
porque
recordamos cocemos los huecos de nuestra vida
con
los pelambres de lo imaginario
y
así caminamos
sin
detenernos
sobre
piedras
oliendo
el humo
de
fabricas
que
compran
con
un salario mínimo
la
pelambre de los soñadores
de
soñadores sin fortaleza
no todo está perdido aún
no todo está perdido aún
podríamos
recrear las fantasías que nuestros abuelos nos contaron
y
desde ahí recomenzar la historia
urdida
de sueños de pedazos de imaginación
pedalear
hacia lo ignoto
y
correr hacia donde la vista
alcanza
lo desconocido