Asombros del Encuentro de Jaraneros de Xico, Ver.
Marcolm X
Hace veinte años, no me pasó por la mente que el Son jarocho cambiaría mi percepción y visión de la vida: no sabía que me acompañaría para siempre.
Hoy me encuentro otra vez aquí, en Xalapa, experimentando las sensaciones que experimenté cuando recorría las aulas de humanidades abriendo un libro, yendo a clases, extraviado entre los ciclos de mi ser.
Siempre se habla de resurgimientos. Hablar de un resurgimiento del son jarocho, o de cualquier movimiento, es válido, porque somos muchos los que nos negamos al estancamiento. Y si por alguna razón nos estancamos, ya habrá quién sea contemporáneo.
Comparto aquí las imágenes de ese día: