Ajuste poético
1.- Palabras de auto-felicitación
Me auto-felicito y celebro por llevar a ustedes una parte de mi obra
escrita. Hasta hoy he tratado de ser sincero en todo lo que escribo, y es la
imaginación el vehículo de mi universo. La creación literaria se parece a la
Creación divina. Para el poe-nauta, sacerdote
inspirado, el suceso literario se da por medio de revelaciones místicas que
van más allá de la razón humana.
Estoy contento de participar
y estar presente en esta ceremonia que está apunto de empezar. La siguiente
celebración pretende traducir algunos de mis escritos, con el fin de
compartirlos con ustedes de una manera más directa. Digamos que está destinada
a entidades no-colectivas en la lectura de la poesía. No se trata del último trabajo
sino apenas del comienzo de una trayectoria que veo trascendente, casi sin fin.
Esta obra está dividida
en dos partes: la auto-felicitación y el ajuste poético donde prosigo a mostrar
un poema en prosa, del cual han oído hablar anteriormente, y que lleva por
título: Mimario.
2.- Ajuste Poético
El yo sigue sin ser yo. Se
pierde entre párrafos sencillos y el silencio de las palabras. La pluma lo
mueve. Las palabras son especies de templos y cada uno guarda una plegaria
incomprendida. Inconsecuente. No hay forma ni sentido en ellas. Contradicción,
paradoja, embudo: nada las detiene en su inalcanzable sintaxis. Por sí solas
salen sobrando si no hay un yo que
las amanse. Que las dirija a su destino. Y en ese trayecto el yo sufre una continua transformación. Mi
vida ha sido una sucesión de yos, y
la poesía, una contradicción.
Para entender Mimario -lo he dejado claro en la obra-,
se necesita estar loco. Quien no crea que la locura es un medio para no sufrir
las consecuencias de las formas, se expone al absurdo. ¿Qué sentido tiene?:
Aclaración
Aclaro
que este poema
no
tiene más sentido
que
el sentido.
El poenauta es un ser separado, una entidad con cualidades. Existe por
sí solo. No hay una influencia externa que lo dirija, por eso digo que tiene
voluntad. Hay veces que ni yo mismo comprendo, es impredecible. La poesía se
rige de esta manera, aunque no sabemos, en sí, cómo se da la revelación. No hay
equilibrio en los sueños... las noches son tortuosas, es una auto-flagelación
dictaminada a las horas cósmicas. No hay testamento en los libros, no hay
dioses eternos en estas cifras tan simples y sencillas.
El poe-nauta es un
sacerdote. La realidad en donde vive es otra, y ,por lo tanto, es una nueva
religión. La finalidad de mi obra no es
de carácter proselitista. Simplemente, como un visitador del mundo desconocido,
trato de explicármelo y compartirlo con ustedes. Mi obra es libre, y la
libertad, concepto utópico, típico en el mundo, posee atributos excesivos. Soy
el traductor de la realidad que existe en lo desconocido, cada uno la vive de
manera distinta, de ese modo, las representaciones son distintas. Doy la
explicación de las revelaciones que me llegan acerca de ese mundo desconocido
en donde habito.
Cuando habla de las
formas, el poe-nauta se dirige a nosotros con la voz fundida en su escritura.
Hay patrones en la existencia, y a partir de patrones el mundo se mueve,
mientras el tiempo es longevo. Lo mejor
de la vida está en descuento, lo he escuchado en programas de radio y
televisión, así comienza el párrafo cinco de la obra. Al parecer el
poe-nauta se encuentra con un problema que aflige a los contemporáneos, los
medios de comunicación. En un artículo titulado La era de las imágenes, marca su preocupación y con ella, ejerce su
anti-postura. El engaño es una envoltura, envuelve al televidente, no hace que
él sienta la curiosidad de abrir el paquete que tiene enfrente. Las palabras
son disfraces, las imágenes, el abismo donde caen los engaños; las palabras
tienen un trasfondo, las imágenes nos hacen ver un mundo pequeño y alejado que
nos hace pensar siempre en tercera persona, la
tragedia le pasó a ellos, nosotros estamos salvos. Por eso los
acontecimientos sociales del mundo se viven tan lejos de su órbita y su
aparición, ante los ojos del mundo, es más bien un espectáculo. Se juzgan de
cerca y se les da una calificación.
Me han hecho siempre una pregunta, a la cual, hoy quisiera responder.
Me han preguntado si mis escritos tienen un sentido o si son simplemente un
capricho. Y hoy quiero responder que sí lo tienen. Quien los haya leído y no
comprenda el trasfondo, más le valiera no haberlo hecho, tal vez no los
entendió.
Por el momento, soy dos. Ocurrió una noche, me desdoblé y ahora pienso
como dos; pero dos no se puede separar, no se puede hacer la suma de uno más
uno. El número es por sí solo el valor y contiene personalidades, entidades con
formas independientes; es decir, cualidades
que no se separan al aplicar la cantidad.
El ajuste poético es
una contradicción, la lectura de la poesía es contradictoria, y ajustando las
palabras, no logramos nada, simplemente ayudamos a que la obra se complique
más, así el lector estará más confuso de lo que está. La poesía no se comprende,
sólo se vive. Esto equivale a decir que no tenemos que perfeccionarnos, sino
experimentar la perfección. Perfeccionando el arte, se experimenta la
perfección; ¿Qué es la perfección? Un ajuste poético de Dios.
El conocimiento es
prematuro a la imaginación.