sabes,
la tarde se presta
para
echar por la coladera
toda
la vida entera
y
dejarla a su suerte
que
horade si quiere
que
se seque
pero
que no vislumbre
su
ser inmediato
adornado
de esferas
y
canciones navideñas
para
una ocasión especial
la
vida se hizo para desperdiciarla
tan
sólo ve a la gente ensimismada
comprometida
consigo misma
considerada
con los demás
vestida
de ornamentos momentáneos
velos
fingir en este pedazo de mundo
diseñado
de cosas rendidas a su apariencia
míralos
caminar, reír, soñar mientras afuera
convulsiona
el universo entero
en
un respiro prolongado y eterno
bosquejado
en una etiqueta de pantalón
y
respira con los bronquios destazados
apresurados
y a punto de cumplir
con
los protocolos ceremoniosos
de
las lunas de octubre en una ciudad
en
un Estado en un barrio en una calle
navíos
misteriosos que opacan los faros
el
núcleo de esta realidad se manifiesta
reptando
un universo de respiros
desfile
de apariencias desfile de apariencias
núcleo
de realidad: su raíz cuadrada
a
la octava potencia porque es octubre
y sabes,
la tarde sabe a podrido
¿será
que los girasoles se niegan a ceder?
hemos
visto el mismo ritual
degenerado
en cada año dactilar que cruje
y
hemos contemplado el mismo universo varias noches
me
interno en este guión del paraíso
en
tus ojos de galaxias que trastornaron la realidad
vivimos
en ciudades de relojes atrasados
donde
ejercemos nuestro derecho a ser ciudadanos
y
a merodear las tiendas en busca de novedades
sabes,
y acá en el parque
me
interno en el tiempo
en
esos intervalos
de
angustia
instantes
sólo
breves instantes
circundando
lo ignoto