6/1/13

Olí flores negras; mis flores, amarillas

Olí flores negras; mis flores, amarillas
Marco Antonio Hernández Valdés



Olí flores negras; mis flores, amarillas

incluso instalé óleos con olor a tierra
sobre sus tallos palpados

abanicos dispersos en los campos del verano
perpetuo

sonrío a la gente domesticada,
caminamos sobre el concreto,
contemplamos los semáforos,

las alcantarillas contienen azufre


ya se deja sentir
el olor a caca: tarde pintoresca

Me gusta caminar.
Jamás me canso.
Mi piel se adaptó al rayo solar
(el sol guarda un antiguo holograma,
escombros contenidos en los círculos).

bosquejo                                    energía simétrica
un bosquejo       
                         soy tu piel

26/12/12

Puedo soportar...


Puedo soportar a alguien que dice odiar a otras personas o a los intolerantes, pero ¿a alguien que odia la música? Entiendo que los humanos seamos odiables, como el taxista de ayer que no quiso cobrarme 10 pesos menos porque argumenté que siempre me cobran menos de lo que él me estaba tratando de cobrar. Y en ese momento, lo juro, me pareció la persona más odiable del planeta; o lo contrario, quizás le parecí el más mezquino entre los mezquinos y eso fue suficiente justificación para odiarme. Puedo soportar y vivir con ello, pero ¿odiar la música? Para eso se necesita realmente estar muerto en vida.

15/12/12

poemas sueltos


quizás jamás entenderé
por qué el ciego se queda mudo
ante todo lo que ve

evito salir a las calles
evito salir a echar espumarajos
o convencer a los demás
de que el cielo es azul

a veces
cuando salgo a dar un paseo
y no tengo idea
de dónde me encuentro
suelo aturdir a los insignificantes
con mis insignificantes preguntas:
¿quién soy y qué hago aquí
entre sonámbulos distraídos
palíndromos agobiados
y maniquíes de madera o cartón?
me someto a sus radiografías
mientras me miran sorprendidos
y me dicen: eres un loco…

entonces me vuelvo a ver a todos
y me pregunto si también ellos lo saben

13/12/12

últimas palabras antes del 21-12-12

a estas alturas estoy considerando 
seriamente la opción bukowskiana
y auto-declararme borracho

lástima que esa faceta ya esté muy trillada,
de cualquier modo, la idea era buena

Poema optimista


a estas alturas
y mirando al horizonte

me entran unas perras
ganas de llorar

y en serio
quiero llorar
darle la oportunidad
a algo que motive el llanto

quiero sentir
el punto exacto
de la melancolía
y desgarrarme a gritos
por el sonido deprimente
de algún blues

lo malo es que cuando
estoy a punto de lograrlo
siempre me gana la risa