4/6/11

Ciudad llena de dimensiones

Ciudad llena de dimensiones



1)
viento en cólera, se desparrama en la oquedad. mueve árboles y se aleja a su espacio cibernético. los papalotes se hunden en los acantilados del espacio. no quise encararme a su astucia, siendo que mueve mariposas y viaja centrífugamente en las corrientes del cenit. se queda rumiando en medio de la noche triste. observa perplejamente el cuerpo del universo


2)
una centella antigua abrió una grieta en la era de la quietud; llegó a la loma de los fantasmas locales,
giró en su piedra paralela,
su antiguedad se dobló en las tabernas ecológicas. "sociedad urbana hecha añicos en los focos, patrimonios
humanos" dice el periódico leído en las esquinas; ya lo sentía venir, era un resplandor opaco, desmantela las imágenes forradas de mis manos quietas


3)
quiero hacer interesante los paseos en los suelos urbanos, pero ahora he perdido la vista, los letreros fumigan mis pensamientos. en alguna ocasión pude saber qué hay detrás de lo obscuro, el alba sentía la quietud de mi mano, una aurora en la nada. me aferré a muchas manos despostilladas a punto de ser pisadas; a punto de ser el almuerzo del perro

la luz
              es
                           un
                                      imperio
                                                     de
                                                            lodo




4)
compré un arma          camino en los trechos obscuros sin miedos. Avanza la luna en su letargo de acantilados. Piso suelos urbanos y me dirijo a un arrabal en busca de amor

(un ángel grita a la orilla de una banqueta lejana).

borrachos, indagadores del vino y de la yerba,
vengan a este basurero poblado de ilusiones,
tarde o temprano veremos el desorden en las calles, bailando 
entre la vacuidad barrida por desilusiones.
no tendremos ojos para entender las imágenes
–somos fotocopias de un 0–.
vemos florecer tarjeas donde la porquería viaja
a la velocidad de los sonidos de una tribu civilizada,
alfombras de irresistibles templos y mesas de sacrificios.


5)
para detener la prisa llevada por la tempestad habría que
suavizar los caminos para que los climas se sientan cómodos
en la soledad de las hojas
que giran en la cantina
de colecciones piratas
y smog ,


me duermo en las esquinas de tu suelo podado y sembrado,
ahí donde el concreto es una promesa desleal, un parto.

el viento no me ha perdonado. no ha querido perfeccionar
mis alas. la muerte le prometió un epitafio sin lágrimas
pero nada se ha movido en sus dientes.
la garganta
de los gorriones
continua en el fuego...                  sin apagarse.
respiración.
siente cómo respira.
las banquetas me revelan mitos de borrachos caídos,
descubro que su mundo no es de aquí. ancestro alejado.

aventurados los corazones que no son ajenos a los colores
de las mariposas en los tallos, montaña hablante: una manta.
aventurado sea el coleccionista de callejones solitarios
y aventurado el mártir víctima de un acoso demente.


–calefactor–


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