Oh, suelo Urbano
(donde el concreto es una
promesa desleal)
al fin veo lo falso de tu
realidad.
Un alba sin caricias, sin
consuelo ni lágrimas
atormenta a los hijos
marchitos del silencio.
Sendero sombrío gotas de
agua,
(los comerciantes del agua
caminan sin certeza).
Humeante es el paseo de los
andrajosos
en estas calles inciertas
donde no hacemos otra cosa
que escapar
de los conjuros del
contumaz.
El pánico sabe manejarnos,
somos tan sumisos de él,
como de las promesas ilusorias.
Mi demencia está a salvo en
el rincón de mi soledad.
Mi era ha pasado, ya no hay
puestas de sol
en mi aposento, ni lunas que
contemplar
en mi balcón que da a la
ciudad perdida entre el smog
El tiempo abrió una grieta
en mi pasado
y me dejó el frío de una
tarde de invierno.
El cansancio viene desde muy
lejos
y su luz nos alumbra este
túnel.
Pero los ciegos no saben
caminar en lo obscuro;
y los perros se niegan a
guiarnos...
ya no hay certeza en esta
epidemia cibernética.
Ya no hay corrientes limpias
en el viento.
¡Únanse a mi sueño y veremos
cómo pasa el mar;
paciente como las flores
bañadas de aire,
lento como la nada
y
violento como es su naturaleza!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario