17/9/12

Sólo hay agua





Sólo hay agua,
agua en tus manos... como espiral
agua en tus senos que florecieron
entre mis manos.
Mis ojos se partieron en dos
una parte eres tú y el otro yo,
una es tu sal; el otro, mi piel,
una es tu mar; el otro, mi pene. 
El río se deformó
y la espuma se envolvió en las piedras,
el mar quiso desamarrar mis sueños
pero tu agua me mojó. 
Como si todo fuera ojos
partidos, cristalizados o nublados

voy, cambio de rumbo
ahora me dirijo a tu santuario.
Quiero sonreír mientras te dibujo
en las láminas de mi sueño.
Espejo florido, avísame de los abismos.
No quiero doblarme ante tu fragilidad.
Ojo silencioso, ella está aquí.
No puedo seguir viendo al silencio
cuando sé que nunca ha estado allí. 
En tu piel
que estés bien
que estés bien
que estés bien. 


12/9/12

Listos para el grito



Más que lista para el grito este dieciséis, Amy Cathouse posa para las cámaras en su letargo total para estos días, pues no nos debe sorprender que los acontecimientos que hoy azoran a nuestro país, son motivos suficientes para echar un vistazo a nuestra historia y a algunas lecturas para hacer un ligero esbozo de criterio en torno a ésta.
         Esta “pinche” gata maliciosa, que no desaprovecha ni un momento para hacer de las suyas, se tomó su tiempo para releer algunos párrafos selectos para recordar el memorable grito de independencia y, sobre todo, para preparar la garganta y entonar alguna que otra canción tradicional que nos levanta el orgullo, y acompañar su velada con tequila y aguardiente, lo que nos hace pensar en una Amy Cathouse desollada por sus inconvenientes.

Para el gato mexicano promedio, los héroes se colocan en altares y sirven para ser venerados y admirados por sus adeptos, lo cual origina un sentimiento de desapego en Amy, puesto que, no pudiendo soportar sus ímpetus, se apega a la resolución benevolente de aparentar no hacer caso de lo que los otros gatos piensen de los íconos en los que se les obligó creer. Mientras se lava las patas y broncea su panza, echada en el patio de la casa, recuerda aquellos días de la primaria, cuando sus maestros recitaban en un tono de aburrida homilía los acontecimientos relevantes que hicieron de nuestro país una Nación independiente, y le parece que seis años de historia es suficiente para programar a una persona, y sobre todo, para proclamar a una persona el héroe sin incidencia en este país.
         Cuando se topó por primera vez con Los pasos de López de Jorge Ibargüengoitia, cuestionó su sentido de honor, bifurcando sus alegorías en torno a la vida consecuente de un héroe ficticio al que sólo le importaban los derechos de una clase, y concluye con que es necesario replantearse la historia, y bajar de sus pedestales a personajes siniestros que, lejos de causarle inspiración, sólo nos arraiga un sentimiento apegado a un símbolo. Con humor y crítica, Jorge Ibarguengoitia nos cuenta el movimiento de 1810, con un sentido humano. Los personajes no se parecen a estas estatuas a las que les guardamos respeto y alabanza, puesto que nos los presenta como debieron ser realmente: simples seres humanos cuya importancia en la historia es determinante, y no como una fantasía menesterosa, su sarcasmo radica en presentarnos una realidad farsante en la que el mexicano está condenado a abordar la vida como una tragicomedia.
         Para celebrar el grito, Amy Cathouse nos invita a sentarnos a la mesa y en vez de tomarse un tequila o una cerveza para celebrar una fiesta que ya se convirtió en parranda, mejor nos replanteemos nuestra situación ante esta fiesta, y nos preguntemos por una vez en la vida: ¿por qué y a quién celebramos?

24/8/12

las aves del paraíso nos esperan



las aves del paraíso nos esperan
para el aventurado viaje

las señales nos saludarán
rodando sobre su espejo 
y danzarás

esa será la primera impresión
del día sobre su costado
volveremos al caer la tarde
sobre nuestros hombros
espero aún nos capturen 
sus brazos 
espero su minúsculo retrato:
exponer sueños,
que su paciencia 
entable su fuerza centrífuga 
con los objetos
de tu vasija,
sólo eso

14/8/12

Capitulaciones


Capitulaciones: Las batallas cotidianas de este bazarista


Discurso leído a manera de homilía a sus dadivosos detractores, que gozan injuriando el movimiento cultural del son jarocho en San Cristóbal de las Casas, pues el responsable es el que procede

Este aguerrido y encolerizado bazarista, atrabancado a más no poder, prejuicioso pero de los que fueron criados con la mentalidad de hace dos siglos, dadivoso de elogios y panegíricos para los desalentados, aliado de sus enemigos y desconforme con los que lo alagan, alargado pero no tanto, sincero y licencioso para los protocolos, cantador de oficio pero muy desafinado en las tertulias de importancia, arquero de decisiones imperiosas y constructor de auto-críticas solemnes, calumniado por su afinidad con los anti-redentores por excelencia, lector de lecturas paganas y detractor de las suscripciones a revistas del conocimiento perpetuo, conmina a sus arrogantes calumniadores de mirada contumaz a que dejen de insultarlo sin argumentos que lo ameriten, pues de esas tibias e insensibles críticas ya está hasta la coronilla, y ya bastante tiene con sus auto-elogios irreversibles e intrigantes a altas horas de la noche y en lugares profanos y no muy bien vistos por los elegantes ojos que a esta ciudad inventan.
         A sus detractores de mirada vigorizante e intimidante, de pérfidos criterios sin fundamento alguno, de mirada ominosa anunciadora de calamidades y maléficos propósitos, de triviales raciocinios y primitivos juicios, irredentos a más no poder, calumniadores de la verdad y de una mirada apócrifa que los delata, retrógradas malintencionados, libérrimos de solsticio, anuncia los siguientes retos, que a su juicio parecen oportunos:
1.      Que abandonen su inquisitoria actitud hacia su persona por nimiedades que no ameritan las acusaciones dirigidas en su contra.
2.      Que al salir de sus divertidos juicios le apaguen la luz, porque sufre de una vista cansada y no se permite desvelos ni una intensidad superior a los 50 watts, sugerencia de su médico para análogas referencias.
3.      Que no le calumnien de explotador, déspota, carcamán, caimán (o alguno de sus derivados), cuando se refieren al respeto que debe ofrecer a los ancianos. Alega que no le conocen y según sus referencias de confianza, es buen oidor, charlador y anfitrión en las tertulias con sus mayores a quien les guarda respeto y admiración.
4.      Cualquier crítica o insulto dirigidos a su persona deben sustentarlo los argumentos debidos para que no se hable nomás por hablar, que para escuchar a parlanchines repetir el mismo discurso con tintes de monólogo sabatino, le bastan sus dos loros de antesala.

Este abrumado bazarista, aventurado en sus andanzas, porfiado y menesteroso, ofrece en intempestivo detrito una mirada afable y una benévola sonrisa a sus encolerizados detractores. 

3/8/12

Aspira el incienso que nos dejó el temblor...





aspira el incienso que nos dejó el temblor
aquí la luna engendra simetrías vestidas de luz
como si levantaran el vuelo
emprenden su ingenua cacería
cargada de presagios amontonados
fíjate en sus alas, purga sus diademas de ópalos
aspira el olor a incienso desnudo
de una luna que conturba nuestras emociones
extensas ligaduras tejen quimeras marítimas,
enarboladas, hambrientas del hambre de los mares
resguardan al extremo su saciedad

ante una ciudad blindada
nos damos la libertad
de tendernos en los muelles
y reímos, drenamos olas
sentimos su suave palpitación
y anotamos el momento
exacto de la revelación