No sé realmente cuántas vueltas más
podrá dar mi corazón
envuelto en llamas como está. Los lirios florecen dentro de
embestiduras mientras el pasto se seca ante mis ojos, y
contemplo su
devastación. Al otro lado del lago las muchachas
tendidas al sol se entregan al
calor del verano que culmina.
Pero otros son los orgasmos. Busco tenderme
dentro de
un soliloquio, y que la marea de esta vida encienda tus ojos.
Mas
algo dentro de la noche se mueve. Sentí su equilibrio
desahogarse entre la
hierba. Nada ha pasado. El principio
de este instante retarda su huida y las
llagas de mis temores
solo logran atemorizar a mis nervios ciegos que se la
pasan
esculcando la noche.
Mis chacras fallaron su encomienda
y algo me dice que no habrá
desenlace.
Sumaré mi brío entumecido en mis
piernas
a esa simulación del simulacro.
Esa es la manera más sencilla de
desamarrarse.
Si acaso sientes que los veranos se
quedan
ahí olvidados, si sientes que no
vale la pena
venir a relajarte al espacio
nudista,
embiste entonces la devastadora luna
que acampa en el Seepark,
sepárate en un sueño astral.
La vida, no lo olvides, es sólo una
tuerca.
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