28/7/12

Pequeño tratado de Cosas


Pequeño tratado de cosas:
14-oct-2004
Marco Antonio Hernández Valdés

El poenauta[1]: es notable su interés por hacer que yo exteriorice mi opinión acerca de los elefantes rosados y su lógico rechazo en los zoológicos de las ciudades. Yo creo que hasta ahora sólo se ha subestimado a la gente, puesto que estamos locos en diferentes grados. Es decir, si la locura no rigiera el mundo, de locos, y subrayo la frase, seguiríamos vivos. Digamos que este mundo en el que vivimos está descompuesto. Ahora, pregunta a quién le gusta vivir entre la porquería... si consentimos embarrarnos de caca los zapatos; si consentimos los abusos, la corrupción: me pregunto qué es lo que realmente impide a los encargados de un zoológico enfrentarse a un animal de tal magnitud: porque admitámoslo, un elefante rosado podría provocar locura; o peor aún, la propiciaría, que para el caso es lo mismo. Debería de haber una materia que se llame Principios para abordar la locura. Así la gente estaría mejor preparada para este tipo asombros. (En ese momento calló, estuvo a punto de decir algo que al parecer olvidó).
Marco Antonio Hernández: Bueno. Magnífica tu opinión acerca de los elefantes, pero lo que me atrae a ti es mi interés en publicar una entrevista, en primera, y en segunda conocer un poco más sobre tu obra escrita. ¿Cuál sería tu punto de partida? ¿Qué escritores influyen en ti para inspirar tu obra?
P: pues creo que todo comenzó en un monstruo. En sí es un experimento. Un tratado de todo lo que es mi contemporáneo. Esas partículas que hacen el mundo; que lo crean con una salvaje parábola en la que está envuelta toda la existencia humana. Los árboles, las hormigas, el heno, el cielo... podría pasarme toda la noche mencionando esas partículas que son particularidades (aún no sé si efímeras o eternas) envolventes y de mucha importancia en mi obra poética. Sea la prosa o la poesía; en este caso no creo que las formas sean relevantes en la creación artística.
            El primer libro que leí fue uno de terror (siempre busqué un equilibrio entre terror-ficción y realidad, es decir, entre las maravillas que la imaginación propone como posibilidades (ficción) y los modelos de los que parte el poeta; en este caso, la realidad concreta). El libro se llama El Resplandor, libros que logra confundirte entre lo que es la realidad y la ficción. La historia es tan simple, pero Stephen King depura  el tema de una manera extraordinaria. Hace poco me topé con Ernesto Sabato y su trilogía que comienza con: El túnel, continúa con Sobre héroes y tumbas (donde da a conocer su cruel informe sobre ciegos) y cuya historia la cierra con un libro fascinante, endemoniado (si es que este adjetivo expresa la potencialidad de la capacidad creadora), Abaddón el exterminador (el autor tantea el extremo; entra en duda la literatura: ¿Dónde comienza la realidad y en qué punto deja de serlo para convertirse en ficción? Este libro inspira terror por la constante revelación de sus personajes). Y después de leerlo no creo que la verdadera belleza escrita consista en la complejidad de los temas, sino en la espontaneidad del escritor y de cuán capaz sea ante este flujo (que después de haberlo despertado es impredecible a los ojos mismos del creador) para dominarlo y no dejar que lo domine a él.
MAH: Sin lugar a dudas en alguna de tus obras se manifiesta el espíritu de, como tú los llamas, estos monstruos. ¿Podrías hablarnos de alguna de ellas?
P: Por su puesto... sólo quiero que quede claro que la influencia en sí es una inspiración: he leído diversos géneros y en la diversidad está el conflicto. Escribo porque me siento solo, la soledad es una máscara. Digamos que me siento un payaso que esconde su soledad... sin embargo, la soledad es un castillo en las nubes. No me gusta compartirla con nadie, y esto permite: me sienta relajado cuando los demás están a mi lado, sin que ellos sepan que siento un alejamiento de mi ser para con ellos; mi espíritu no está en convivencia con algún grupo. Huyo a la gente, tengo pánico... Es un pánico extraño. No me siento seguro de la realidad en la que vivo... detesto que me miren cuando camino en la calle. Pero me relaja sentir que no me miran a mí, que miran a un payaso que comete equivocaciones. En los momentos cruciales es cuando tanteo la realidad... involucro a la demás gente en un juego que sólo me concierne a mí jugarlo. Pero esta vida es como una comedia que consiste en tres actos: la creación o el origen, el movimiento que nos ata al tiempo y el regreso al origen. Todo se me presenta absurdo en la vida; es decir, nacer y morir como dos contrarios. Por eso comienza uno por embellecer el mundo que nos rodea, de modificarlo... y al finalizar la obra, el creador de la belleza universal será quien califique nuestras obras de manera alternativa. Si bien la vida me parece absurda, es porque hay quien nace para atarse a una existencia monótona; es ese quien está dispuesto a atenerse a la Rutina. Quienes logran escapar del tedio provocado en las ciudades han liberado sus almas de esta sumisión... Mi mayor obra, luego, es mi propia vida. Si fuese pintor expondría sólo marcos en caballetes. Sólo soy un poeta que, sin embargo, sólo se protege de la vida...
MAH: Muchos te critican, dicen que eres un falso y que tu obra es sólo una llamarada de atención, un momento de ocio, que interpretas como lucidez. ¿Cuál es tu postura ante tus críticos?
P: ¡Verás! Me da gueva pensar qué responderles: digamos que al externar su crítica ponen en evidencia su incapacidad de crear. Tradúcela, si quieres, como envidia. No me hago responsable de sus sueños. Pasemos a cosas más importantes.
MAH: ¿De dónde proviene el nombre de Mimario? ¿Qué te motivo a escribirlo y qué relación hay entre el nombre y el contenido?
P: Aunque no tenga importancia anotar el momento de mi primer revelación, diré que comencé a escribir a los trece años (paradójico), y de esta serie de escritos he logrado rescatar unos que pertenecen a 1996. Independientemente a todo, me gusta el año. Fue una etapa extraña. No estoy seguro de qué me motivaba a existir. Pero debió ser algo importante porque de esta época surgieron ideas buenas. Y Mimario viene de Mimo que es un personaje que todos conocen y en mi opinión, en contraste con el payaso, es un ser que tiene un misterio deducible a simple vista. El teatro en el que actúa es la vida y es capaz de enfrentarse a ella de una manera artística. La obra se traduciría como un tratado de las artes mímicas: donde pretendo explorar a partir de fórmulas que expresan literalmente la lógica de los movimientos, una serie de eventos que se suscitan en la vida real. Es decir, cada frase está dicha para ser representada en la mímica. He elaborado una especie de auto-ensayo que puede servir como una breve introducción a esta obra. El auto-ensayo se titula: Ajuste poético, que puede servir como prematuro al libro.
MAH: Me dio mucho gusto saludarte...
P: Sí, no hay problema. Ya puedes retirarte...



[1]La entrevista comienza aquí, después de varias anotaciones hechas a partir de comentarios incoherentes exteriorizados por el poenauta. La entrevista duró promedio de ocho horas; lapso progresivo en lo que el poenauta volvía de un desdoblamiento.

25/7/12

Te reconozco en el olor de tu cabello




te reconozco en el olor de tu cabello
en los centímetros de la agitación dactilar
que requiero para recorrerlo y perderme
entre el tumulto de tus olas
salpican corales
                                               cobija estrellas
vente conmigo a caminar el paseo de la luna
duele sentirse un humano desolado en las dunas del silencio
tus pasos son la compañía que requieren los abandonados
para sentirse parte de un mundo narcótico

durante el canto de tu alma nuestros ojos se extravían
crecen y florecen en cantos
no necesito decir cuánto porque ya lo sabes
tus ojos recrean el paraíso, recrean el mito, el día de la creación divina
tu ombligo es la gravitación de mi corazón que tiembla
ante tu mirada
abasteces al fauno que dialoga consigo mismo en su voraz
contubernio contra sus delirios que lo someten a un juego
cansado de jugar pero intenta jugar
 se me escurren las ideas
y por eso canto y exalto el brillo que nace en tus pupilas
y ahí se quedan platicando con tus pequeños labios de jazmín
tus labios que saben a manzana y a frutas de sabor a primavera

en mi pecho se instaló el invierno que sabe a rancio sin tu risa
a través del cristal tu figura debe pasearse sin volver su mirada

con mis manos emprendo la retirada a tu otra mirada

al mirar tus ojos parecen estacionarse en alguna Atlántida perdida
y no basta con el meloso jugueteo de mi voz para devolverte a esta parcela,
tus ojos son la compañía luminosa de los míos
y abastecen de agua mis charcos vacíos: tu voz canta bajo la luna llena
tus párpados, dos anillos que engarzan a tus ojos bajo sus miradas
tus labios, pequeños, meditabundos o sonrientes, platican en voz baja
tus manos, dos arcos de luz y tu cabellos el espejismo de la lluvia de estrellas
en marzo, cuando las cascadas del viento se precipitan en su calma
el amor nace junto con la magia que lo envuelve en su regazo
y la primavera nos descubre bajo nuevos cantos, capullos de tu voz


17/7/12

Instrucciones para votar



Los problemas existenciales
 de mi abigarrada gata

Amy Cathouse, mi gata, dice que si no hubiera de otra y tuviera que elegir a otra especie como optativa para aparearse, optaría por un conejo por todas las ventajas que de esta elección se pudieran sacar partido: sexual, económica y socialmente; aunque el único beneficiado económicamente sería yo. No me extraña que mi gata quiera sacrificar sus veleidades sexuales por una causa noble, en estas circunstancias otra salida sería inútil, el país está condenado a sufrir el martirio de martirios y la situación es de por sí deprimente, bastante para lo que un gato puede soportar emocionalmente.  

Si existiese la remota posibilidad de obtener un híbrido de un gato y un conejo, ella se apuntaría para formar parte de dicho experimento. A estas alturas de la vida política en México, otra cosa sería imperdonable. Su total pesimismo (y su sentido de humanidad) surgió a partir del fraude electoral previamente anunciado. Según su criterio el fraude no es otra cosa que el resultado de un absurdo reality show al que el mexicano promedio dio tanta importancia gracias a la televisión, que sirvió de molde perfecto para tan maquiavélico plan, cuya idea no es otra cosa que el producto de una mente totalmente destructiva. Se anota un nocáut el retrógrado sistema al que pertenecemos.

Por otro lado, a Amy le producen nostalgia y una extraña añoranza las películas de antaño, y sobre todo las que tienen un tinte de crítica social. Lo cual le origina más pesimismo, sobre todo ahora en su nueva apariencia de gata diurna, quizás porque le hemos negado las gotas de alcohol o el consumo de otras drogas subversivas, pues su anterior vida no pudo ser menos que una vida plena de placeres mundanos, que la dejaron como la dejaron: un animal indefenso al que los recuerdos gratos del sabor a bebidas embriagantes sólo forman parte de un vil recuerdo rezagado en su pasado.
         A todo esto, la Ley de Herodes le produce un sentimiento abnegado a sus razonamientos. No puede creer que sesenta años atrás, el país fue víctima de la misma faramalla. Le provoca asombro la consecuente tragedia que se repite sin mostrar rasgos de ineficacia; es decir, que parece ser que los mismos eventos que azoraron al país hace sesenta años se sigan repitiendo hasta el cansancio sin producir un mal sabor de boca en los mexicanos. Hubo movilización, sí, pero parece que se apaga poco a poco en este túnel a donde van a dar todos los intentos de cambiar el rumbo del país, aunque en el fondo, el mexicano indignado por los aconteceres se volvió contestatario. Parece una pesadilla de la que nunca vamos a despertar, piensa Amy. Lo malo, es que ella está condenada a presenciar la misma decadencia durante sus próximas siete vidas. Por eso optó por sacrificarse en ver si al menos sirve de algo su pobre vida, obtener el híbrido de un gato y un conejo: el gatonejo.              

3/7/12

Instrucciones para ir a votar


Instrucciones para votar

Ir a votar representa una odisea que forma parte del teatro implantado por un sistema que de antemano conoce los resultados que ofrecerá al pueblo. Todo concluye en el momento exacto: se acabaron las boletas. El teatrito incluye un par de horas aguantándose uno las ganas de cagar o mear, y sobre todo aguantarse la impotencia ante las arbitrariedades de los representantes del IFE. El ir a una casilla especial también incluye cuatro o cinco horas de espera y sólo para que nos digan que ya no podremos votar. Un caos, un verdadero caos. Un siniestro caos antecede el imperioso aroma a suspenso.
Ante la sentencia del IFE, la persona frente de mí de un salto arremete contra el representante una serie de pestes que, lejos de ser groserías altaneras sólo expresan la impotencia de una ciudadana capaz de hacer valer sus derechos. Inmediatamente se unieron a la causa otros más grabando la discusión y expresando de igual manera su inconformidad por el procedimiento. “Ustedes dicen que sí funciona pero no, son una bola de ineptos que nos hacen creer que trabajan para nuestra seguridad. Quiero votar, no me pueden negar mi derecho”, transcribo más o menos lo que le gritó al muchacho del IFE, que temblaba ante la ira desatada por una ineptitud.
         Nos dicen que sólo mandaron 750 boletas por casilla especial. Pero —y cito a un paisano que formó parte del comité de contingencia formado para auxiliar a esta señora—, no me cabe en la cabeza que un sistema no tenga idea de cuántos mexicanos hay en el país. Un gobierno que desconoce a su pueblo. Y ¿los mexicanos que no pudieron votar porque no tienen credencial? ¿A dónde van a parar esas boletas? Desde hace un tiempo se siente en el aire un silencio sospechoso, que lejos de sospechas e imaginaciones nos envuelve con la incertidumbre. ¿Se veía venir este fraude?
El evento anterior me hizo pensar en las fuerzas sobrenaturales, energías negativas y vengativas, ese misterioso hedor de los mil demonios, la putrefacción de lo inevitable, en el secreto que existe en las urnas y su trasfondo oscuro como la tumba a donde van a parar los secretos menos pensados. Se incrementaron mis sospechas cuando nos aseguraron que sólo habían enviado 750 boletas para las casillas especiales. La cuestión es, qué pasará con los que les quitaron el derecho de votar. ¿A quién irán esos votos? Se siente una tensión en el ambiente. El aire corre frío de ira. La lluvia anuncia ese fraude. El viento frío de la noche nos envuelve de su fatal misterio. Y las dudas acarrearon más preguntas: ¿cuántas boletas se quedan suspendidas en el abismo?

        
No todo puede irse a la ruina. De las lágrimas podemos retomar las fuerzas necesarias para enfrentarnos a la adversidad de lo incierto. Este cambio comenzó al ver que surgieron movimientos como el yo soy #132 en México y en otras partes del mundo. Quiere decir que el mexicano promedio, que formaba parte del silencio, comenzó a expandir una voz que fue a dar a otros continentes dejando en claro nuestra capacidad de analizar los procesos por los que ha pasado México.
         El cambio en la mentalidad del mexicano nos muestra lo cansados que estamos de los gobiernos corruptos. Otro fraude sólo acarreará la creación de más movimientos que se sumarán a las voces fastidiadas del sistema.

28/6/12

La piel de mi silencio




               a)
cada vez que veo persianas
se cierra en mis ojos
la mesa de centro

la realidad no es de cartón

muñecos de plastilina en el jardín

hace ya algunos años
que me derretí ante el nimbo

pero tú estarás siempre ocupada
y afuera el niño realizará
los mismos dibujos de plastilina y
escabullirá los colores de los lápices

¿podrá refugiarse en otra piel?

           b)
hace un tiempo
me hicieron de madera
para aguantar
la respiración bajo el agua
pero esta noche acalorará la lluvia

“¿podrás hablarme del paraíso,
del paraíso de los locos, mami?”

él no coloreó el cristal
aunque en realidad,
ahora que lo pienso,
tus ojos jamás se detuvieron
a observar sus dibujos…

el hijo de tu raíz
nunca cosió la línea,
corría mucha niebla,
además la línea que lo consume
no se dibuja de esa manera

               c)
de madera de madera
eso hace que lo hieran.
no fue hecho
de papel
ni de líneas azules,
la luz nunca se prestó
para seguir su rastro,
nunca le abriste la puerta

           d)
él se sentó en silencio
trozó su instante en el papel

el espejo en frente
podrá contener la imagen

hasta que ya se lo haya llevado